El ojo tiene una presión interna (tensión) para poder mantener su forma, tono y funcionamiento.
Cuando esa tensión es alta hay una hipertensión ocular y cuando ésta produce daño al ojo por dentro le llamamos glaucoma.
La tensión alta en el ojo no necesariamente acabara en glaucoma, si la tenemos controlada con un tratamiento que nos paute el oculista.
Los valores normales de tensión en la vista están entre 10-18 mmHg. para córneas de grosor de 550 micras. En corneas más finas el valor que obtendremos serán ligeramente más bajo y por el contrario en córneas gruesas un poco más altos.
El glucoma tiene que ser diagnosticado por el oculista mediante unas pruebas en su consulta, no solamente tomando la tensión de la vista.
Nosotros en las ópticas podemos llevar un control y seguimiento de esta tensión conjuntamente con el oftalmólogo.
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